Un estudio español revela que la hora a la que comemos puede condicionar el éxito en la pérdida de peso.
En la ardua tarea de perder peso, no se trata solo de lo que comes, sino de cuándo lo comes. Hasta ahora, la mayoría de los planes para adelgazar se centraban en equilibrar la ingesta calórica y el gasto energético, pero un nuevo estudio, que se publica este martes en la revista «International Journal of Obesity», ha arrojado luz sobre otro factor importante: el momento de la comida.
La investigación, que ha llevado a cabo la Universidad de Murcia en colaboración con la Universidad de Harvard, revela que comer antes de las tres de la tarde ayuda a librarnos de los kilos de más.
«Este es el primer estudio a gran escala que demuestra que el momento de la comida predice el éxito en la pérdida de peso», explica Frank Scheer, director del Programa de Cronobiología Médica y coautor de la investigación. «Nuestros resultados indican que las personas que comen tarde pierden menos peso que aquellos que comen temprano, lo que sugiere que el horario de las comidas principales pueden ser un importante factor en los programas de adelgazamiento», añade.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores estudiaron a 420 persona con sobrepeso que siguieron un tratamiento de 20 semanas en España para perder peso.
Los participantes fueron divididos en dos grupos: los que comían antes de las tres y los que lo hacían después. El momento elegido del día fue el almuerzo, ya que es en esta comida donde se ingieren el 40% del total diario de calorías. Así, descubrieron que aquellos que comen más tarde de las tres de la tarde perdieron significativamente menos peso que los que comieron pronto.
Los que comieron más tarde también presentaron una sensibilidad estimada a la insulina más baja, un factor de riesgo para la diabetes.
Otros de los datos curiosos de este estudio es que el tiempo en el caso de las otras comidas (desayuno y cena) no jugaba un papel decisivo en el éxito de un programa de adelgazamiento. De hecho, los comensales tardíos consumieron menos calorías durante el desayuno y tenían más probabilidades de saltárselo, y sin embargo, fueron los que menos peso perdieron.
Después de examinar otros factores como la ingesta de calorías, las hormonas del apetito y los patrones de sueño, los investigadores no encontraron diferencias entre ambos grupos. «Este estudio pone de relieve que el momento de la ingesta de alimentos puede jugar un papel importante en la regulación del peso», asegura Marta Garaulet, catedrática de Fisología de la Universidad de Murcia y autora principal del estudio.