Imágenes parece que fueron insuficientes para desvanecer las dudas sobre la veracidad de las informaciones suministradas respecto.
La aparición de un sonriente presidente Hugo Chávez en fotografías desde su lecho de enfermo llenó de regocijo a sus seguidores, pero esas imágenes parece que fueron insuficientes para desvanecer las dudas sobre la veracidad de las informaciones suministradas respecto al estado de su salud o acallar el pedido de enviar una junta médica a La Habana para determinar su real condición.
Algunos analistas consideraron el sábado que la difusión de cuatro fotos el viernes fue una apuesta riesgosa para mostrar que el mandatario está vivo y que podría servir para comenzar a anunciar que estaría en puertas una transición hacia un gobierno sin Chávez.
El gobierno venezolano difundió en la víspera las primeras fotografías del mandatario, quien partió el 10 de diciembre rumbo a La Habana para una cuarta operación del cáncer que lo aqueja desde el 2011, y desde entonces no se le había visto ni escuchado.