Un estudio en EEUU concluyó que si los hombres pasan más de 20 horas semanales frente al televisor, pueden sufrir un cambio en su fertilidad.
Los investigadores realizaron una encuesta a 189 estudiantes de entre 18 y 22 años.
Los hombres que pasan más de 20 horas semanales mirando televisión pueden sufrir una merma en su fertilidad por la reducción, a casi la mitad, del número de espermatozoides, según un estudio del Harvard School of Public Health (HSPH, en sus siglas en inglés), de Estados Unidos.
El dato surge de una investigación sobre los efectos de la vida sedentaria en la fertilidad, cuyas conclusiones publica en su último número la revista British Journal of Sports Medicine y reflejó hoy la agencia Europa Press.
Los investigadores realizaron una encuesta a 189 estudiantes de entre 18 y 22 años para conocer sus hábitos de vida más comunes, como el ejercicio que realizaban, su dieta, el consumo de tabaco, los niveles de estrés y las horas que dedicaban a ver televisión.
Así descubrieron que quienes más veían la TV tenían un número de espermatozoides un 44% menor en comparación con quienes realizaban al menos 15 horas de actividad física a la semana, que registraron un incremento del 73%.
Audrey Gaskin, autora del estudio, explicó a la cadena británica BBC que por “actividad física” se entiende “cualquier actividad moderada a intensa que genere sudor”.
“Tenemos muy poco conocimiento sobre cómo el estilo de vida puede impactar en la calidad del semen y la fertilidad masculina en general”, señaló Gaskin, aunque reconoció que según el trabajo “al menos hay dos factores potencialmente modificables que verdaderamente tienen un impacto en el esperma”.
Entre las hipótesis que podrían explicar este fenómeno, una es la temperatura que puede alcanzar el escroto -la bolsa de piel que contiene a los testículos- tras largas sesiones de televisión.
“Pero no todo el mundo comparte esta teoría”, aclaró la especialista, y reconoció que “también hay quienes piensan que la vida sedentaria incrementa el estrés”.
Los investigadores revisaron si la grasa corporal influía en la cantidad de esperma y descubrieron que no hay mucha diferencia entre un hombre obeso y uno delgado. Si los dos pasan el mismo tiempo al frente del televisor, la calidad del semen disminuye en ambos casos.
Por ello, aclaró Gaskin, la cuestión es “estar en forma, y hay gente con sobrepeso que lo está y hombres delgados que no”.