Es el que más veces se usó. Nadie se atrevió a emplear de nuevo el del primer sumo pontífice.
Según informó el diario español ABC, los nombres más usados por los papas han sido Juan, Gregorio, Benedicto, Clemente, León, Inocencio, Pío, Esteban, Urbano, Alejandro, Adriano, Pablo, Sixto, Martín, Nicolás, Celestino, Anastasio y Honorio.
Juan Pablo I fue el primero en elegir un nombre compuesto. Con este gesto quería rendir homenaje a sus dos predecesores Juan XXIII y Pablo VI.
Hasta ahora ningún sumo pontífice se atrevió a usar de nuevo el nombre del primer papa de la Iglesia, Pedro. Ni siquiera Juan XIV o Sergio IV, que así se llamaban antes de convertirse en los líderes de la Iglesia.
La tradición de cambiar de nombre la inauguró Mercurio, en el año 533, cuando se bautizó como Juan II.