Una joven estadounidense de 14 años sufre quemaduras de primer y segundo grado tras la repentina combustión de un teléfono inteligente iPhone 5c.
La chica logró tranquilizarse y apagar las llamas, pero cuando se quitó los pantalones y el teléfono cayó del bolsillo el aparato aún estaba ardiendo. En el hospital local le diagnosticaron a la joven las quemaduras de primer y segundo grado, aunque no graves para su salud.Leer más

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